viernes, 29 de agosto de 2008


Desarrollo Urbano, Social y Económico
Económicamente, la nueva provincia de Tacna -con sus departamentos de Arica y Tacna y sus ricos valles-, se perfiló como fuente de abastecimiento agrícola para la industria salitrera que, hacia la postguerra, se encontraba en un momento alto. Entre los rubros en que Arica apoyó a los puertos, caletas y campamentos salitreros, se encuentra el abastecimiento de agua potable.
Demográficamente dominaba la población de origen peruano, encontrándose un significativo porcentaje de ciudadanos bolivianos, una ascendente población chilena y una importante presencia indígena (aymaras y quechuas). Asimismo, es destacable la instalación de grupos de negros, de origen africano, traídos originalmente como esclavos, los que llegaron a ocupar todo un barrio hasta principios de siglos, el que se denominó como “Lumbanga”. Esta presencia
se mantendría, particularmente en el valle de Azapa.
En general, ya en el decenio 1885-1895 la población de Arica tiende a bajar, remontando con las demandas de mano de obra para la construcción del Ferrocarril a La Paz y con la política estatal de promover la inmigración hacia toda la provincia de Tacna:
AÑO DEPARTAMENTO DE ARICA PROVINCIA DE TACNA*
1885 9.208 Hab. 29.523 Hab.
1895 7.641 Hab. 24.160 Hab.
1907 10.491 Hab. 28.748 Hab.
(*Incluye Arica)
El Censo General del Departamento de Arica, llevado a cabo por las autoridades chilenas el 23 de diciembre de 1917, muestra que de un total de 3.067 personas, 898 poseían nacionalidad chilena, 1.368 eran peruanos y 776 eran bolivianos. En cuanto a desarrollo urbano, en las primeras década del siglo 20 la ciudad contaba con calles empedradas con cantos rodados o con ladrillos de cemento. Al primer decenio se remonta la empresa de luz eléctrica (1912), con un alumbrado público en base a lámparas de acetileno y de petróleo; donde el agua para el consumo humano se obtenía de pozos ubicados en los patios de las viviendas.
Entre los edificios que van surgiendo se encuentran el mercado, la refinería de azúcar (1912), la cárcel, el Regimiento Rancagua (1924) y el célebre Hotel Pacífico (1924-1925). Unos 145 establecimientos comerciales dinamizaban la vida comunitaria. En el aspecto cultural, comienza a construirse el Teatro Municipal. El cuerpo de Bomberos se constituía de las Compañías Salvadora Unión Ariqueña, la Bomba Peruana Zapadores Nro. 1 y la Compañía Bernardo O´Higgins (1912). Para 1920 la ciudad contaba con 8.829 habitantes, aumentando a 12.939 en 1930.
¿como vivian los chilenos en el siglo xx?
ellos vivian muy diferentes a nosotros ya que no tenian la misma tecnologoa abansada como la de ahora, y los mismos recursos.

viernes, 15 de agosto de 2008

los mapuches sus organisasiones sosiales en la araucania


ORGANIZACIÓN SOCIAL MAPUCHE.

La familia era el centro de esta sociedad, y prácticamente la única institución social permanente. Al parecer se trataba de una familia muy amplia, extensa y compleja, e que convivían todos los descendientes masculinos del padre o jefe de familia. Abuelos, padres con sus esposas, hijos con sus esposas, nietos, etc. Las mujeres pareciera que no llevaban a sus esposos a la ruca paterna, sino que el intercambio seguía las reglas patrilocales, esto es, la mujer se cambiaba de domicilio adoptando el de su marido.

Se habla de rucas gigantescas, algunas con más de cien personas en su interior. En otros casos había una agrupación de rucas alrededor de la del cacique, pero siempre se mantenía cada familia separada de las otras, con una autonomía territorial.

El análisis de los testimonios de la época muestra que no había una estructura económicamente significativa, superior a la familia. El centro económico estaba en la familia. Allí se producía una división del trabajo, ya sea por diferencia sexual (mujeres en labores hortícolas, textilería, etc.) o por habilidades (los viejos en tareas más caseras, los jóvenes en las más arriesgadas, pesca en el mar, por ejemplo). Los alimentos se consumían en la familia, distribuyéndose entre sus miembros, obviamente de acuerdo a las necesidades biológicas de cada uno. No hay, por lo tanto, una “comunidad” local, o primitiva, como se ha planteado más de alguna vez.

La organización social mapuche no había llegado al estado de una división del trabajo más allá de la familia amplia, extensa y compleja. Nada parece mostrar procesos de diferenciación social que estuvieran presagiando un sistema señorial, donde un grupo dominara socialmente otro. Al no existir diferenciación social significativa, no se requería sistemas de gobierno más allá de la unidad de producción y reproducción, que era la familia. Lo que si existía era un sistema de regulación de conflictos y diversos sistemas de alianzas. Para regular conflictos, estaban los grandes sabios, viejos por lo general, hoy día denominado ulmen, que hacían las paces entre grupos, impartían justicia, daban consejos. Se les ha llamado toquis de tiempos de paz, pero no tenían más poder que aquel que les otorgaban las partes del conflicto. En la vida cotidiana eran como cualquier otro mapuche.

Existían también sistemas de alianzas, que se realizaban no sólo para la guerra, sino también, para faenas económicas, como las recolecciones de piñones o viajes de pesca en el mar. Había alianzas permanentes selladas por el parentesco (intercambios de mujeres), y también había alianzas puntuales. Para ellas se elegía un toqui que dirigiera las faenas o la guerra. Allí valía la destreza: posiblemente el relato de la elección de Caupolicán recoge una costumbre utilizada para esos casos.

Vale la pena reiterar que ninguno de estos dos sistemas representa una organización social y política permanente. Esto significa que no hay un sistema de poder especializado; no hay toquis o ulmenes o loncos fuera del nivel familiar, dominen territorios, grupos amplios; hay un sistema de regulación de regulación de conflictos y un sistema para hacer alianzas y emprender acciones comunes. Las parcialidades que vieron los españoles, eran reales, sin duda. Se trataba de las familias contiguas que tenían relaciones de parentesco entre sí, que reconocían a un ulmen como consejero y juez, y que solían aliarse en viajes, recolecciones, faenas de caza y también en defensa frente a algún ataque, riña o conflicto. El grado de complejidad a que había llegado la sociedad mapuche, los abundantes recursos que tenían a su disposición, la relación, en fin, que establecía con la naturaleza, el ordenamiento natural y biológico que se daba al interior de la gran familia, no requería de la existencia de gobernantes, de principados y reinados.


Podemos observar que el grupo originario Mapuche, que habitaba en lo que hoy es la IX Región De La Araucanía, representó el 56 %, o sea los Mapuche representaron más de mitad de la población originaria existente en Chile a la llegada hispana. ¿Por qué?

Porque habitaban una de las zonas geográficas donde la naturaleza fue y es, a la vez, castigadora de los seres humanos con sus volcanes y erupciones que arrasan, con glaciales y ríos que desbordan y con terremotos y maremotos que cambian el relieve, pero también fue y es generosa y abundante en bosques, con variados animales, frutos, semillas, aves, ríos y océano con peces, mariscos y algas. Sin dudas los mapuche, pehuenche y huilliche aprendieron a convivir con la naturaleza, protegiéndose en sus creencias frente a las calamidades y tomando lo que ella les daba para su subsistencia y reproducción.

En cambio, el Norte es seco y el Sur-Austral es muy húmedo. Una naturaleza y climas más inhóspitos explican el menor número de habitantes... En la Araucanía la lluvia regaló selvas donde hombres y mujeres encontraron de todo para vivir: alimentos, maderas para sus construcciones, fibras para canastos y tejidos, totoras, insectos, aves, roedores y felinos y grandes animales como el guanaco y el huemul. Si, imagínate, era el paraíso: recolectar digüeñes, maqui, piñones, avellanas, changles, chupones, murtilla, cultivar papas, maíz, porotos, calabazas, quinoa. Cazar pudúes, huemules, guanacos, coipos, torcazas, perdices. Pescar en ríos, esteros y canales. Viajar a la Patagonia, al otro lado de los Andes a cazar avestruces o ir a la costa por peces, cochayuyo, luche, ulte, choritos, almejas. El trabajo humano era no destruir la naturaleza, solo cuidarla y recoger los frutos de su agradecimiento por los cuidados.
¿ que dificultades sufren los mapuches al vivir en la IX region ?
Los habitaban una de las zonas geográficas donde la naturaleza fue y es, a la vez, castigadora de los seres humanos con sus volcanes y erupciones que arrasan, con glaciales y ríos que desbordan y con terremotos y maremotos.